En ocasiones, las tradiciones deportivas esconden tras de sí historias curiosas que explican cómo ciertas modalidades llegaron a ser tal y como las conocemos hoy. El minigolf, un juego familiar, accesible y presente en clubes de todo el mundo, tiene un origen sorprendente que se remonta a la Escocia victoriana de 1867.
Durante aquel periodo, la participación de las mujeres en actividades deportivas era muy limitada. El golf tradicional se consideraba, según los valores sociales del momento, un deporte “demasiado violento” y poco apropiado para ellas. Por ello, las damas que deseaban practicarlo se veían relegadas a pequeños espacios de putting junto a los caddies, donde podían golpear la bola sin necesidad de realizar movimientos considerados impropios.
Sin embargo, lo que empezó como una excepción práctica pronto se convirtió en un problema social. La preocupación no provenía, como a veces se afirma erróneamente, de supuestos romances con los caddies, sino del hecho de que diferentes clases sociales se relacionaran entre sí, algo totalmente censurado en aquella época. Para la mentalidad victoriana, que una dama de alta sociedad discutiera o interactuara de manera habitual con un caddie resultaba impensable.
Ante esta situación, se decidió crear un espacio exclusivo para que las mujeres pudieran practicar golf sin transgredir las estrictas normas sociales. Así nació el St. Andrew’s Ladies Putting Club, conocido popularmente como “The Himalayas” debido a las ondulaciones de su recorrido.
Este campo fue diseñado específicamente para ellas:
- Con obstáculos suaves,
- Sin necesidad de levantar el palo más allá del hombro,
- Alejado de la presencia de los caddies.
Se trataba de un entorno seguro y aceptable según los códigos de conducta de la época, pero también marcó un antes y un después: fue el germen del minigolf moderno.
Lo que comenzó como una solución social terminó evolucionando hacia una actividad recreativa y deportiva que hoy disfrutan personas de todas las edades alrededor del mundo. El minigolf, nacido de las restricciones del pasado, se ha convertido con el tiempo en un juego accesible, creativo y plenamente integrado en el ocio actual.

