No es solo un campo de golf. Es un sueño hecho hierba.
La historia de The Masters no empieza con un torneo, empieza con un hombre que lo ganó todo… y decidió dejarlo todo. En 1930, Bobby Jones hizo lo imposible: ganó los cuatro Majors del año. A los 28 años, se retiró en la cima del mundo. ¿Por qué? Porque tenía un sueño aún más grande.
Jones quería algo más que trofeos. Soñaba con crear el campo perfecto, un lugar donde el golf no fuera solo un deporte, sino un arte. Y lo encontró en un rincón olvidado de Georgia: un antiguo vivero en Augusta. Ahí plantó su visión, y en 1934, nació el primer torneo. Nadie lo sabía entonces, pero acababan de encender la chispa de una leyenda.
Hoy, The Masters es el torneo más icónico del golf. Cada abril, el mundo se detiene para mirar Augusta. Porque ahí no solo se juega al golf. Ahí se escribe historia. Tiger. Jack. Seve. Phil. Rahm. Cada uno dejó más que su nombre en el green. Dejaron magia.
The Masters no trata solo de golpes perfectos. Trata de perseguir lo imposible. De creer que los sueños, cuando se plantan con pasión, pueden florecer para siempre.