El Masters de Augusta, uno de los torneos de golf más prestigiosos del mundo, genera unos 152 millones de dólares anuales. Sin embargo, no todo ese dinero queda como beneficio para la organización. A continuación, desglosamos cómo se gestionan sus ingresos y gastos.
Ingresos Principales
- Venta de entradas: Genera unos 45 millones de dólares, con la asistencia de aproximadamente 40.000 espectadores.
- Merchandising: Los ingresos por ventas de productos oficiales del torneo alcanzan los 70 millones de dólares, una cifra significativa que refleja la popularidad del evento.
- Anunciantes específicos: Aunque el Masters cede gratuitamente la mayor parte de sus derechos televisivos nacionales, sigue ganando alrededor de 20 millones de dólares con patrocinadores seleccionados.
- Comida y bebida: La venta de alimentos y bebidas durante el torneo genera unos 17 millones de dólares.
Principales Gastos
- Personal: Para mantener una experiencia impecable para los asistentes, el torneo invierte 15 millones de dólares en personal, seguridad, voluntarios y apoyo logístico.
- Tiendas y merchandising: Dotar de personal las tiendas y cubrir gastos operativos representa otros 10 millones de dólares.
- Mantenimiento del campo y gastos administrativos: Mantener en perfectas condiciones el legendario campo de Augusta, junto con otros gastos administrativos, supone un gasto de 30 millones de dólares.
- Premios y logística: Los premios en metálico, el alquiler de equipos, el transporte y la producción del evento ascienden a unos 38 millones de dólares.
- Donaciones benéficas: Cada año, el Masters destina 5 millones de dólares a causas solidarias.
El Resultado Final
A pesar de sus considerables ingresos y gastos, el Masters logra unos beneficios anuales de 54 millones de dólares. Una cifra impresionante, aunque significativamente menor si se considera su potencial de ingresos en comparación con otros grandes eventos deportivos.
El equilibrio entre mantener una experiencia exclusiva, contribuir a la comunidad y gestionar un torneo icónico hace del Masters algo más que un evento deportivo: es un ejemplo de tradición, excelencia y responsabilidad.